Las enfermedades ateroscleróticas son la causa de un tercio de los ictus, siendo el grado de
estenosis de la arteria carótida interna el marcador más relevante de riesgo de ictus y recurrencia. La revascularización de la carótida mediante angioplastia-stent es una técnica mínimamente
invasiva que permite una visión detallada de la lesión, evaluación con imagen de la patología
tratada tras el tratamiento, una hospitalización breve y disminuye la recurrencia en pacientes
con estenosis sintomática en más del 70% (disminuye el riesgo global de nuevos ictus en un 50%).
Siguientes: