Hablamos de ictus en progresión cuando nos encontramos ante un empeoramiento de la situación neurológica de más de 3 puntos en la escala NIHSS o de 1 punto en la escala Canadiense (sin contar la orientación) en las primeras 48-72 horas del cuadro. Hay que tener en cuenta que un empeoramiento clínico podría suceder por causas sistémicas, extraneurológicas, a las que siempre hay que estar vigilante. Ante la progresión clínica del ictus, debemos:
- Controlar estrechamente alteraciones en frecuencia cardiaca, glucemia, TA, Sat.O2 y temperatura.
- Considerar, según datos clínicos, la posibilidad de otros procesos intercurrentes, alteraciones iónicas, toxicidad por fármacos, etc.
- Solicitar TC craneal urgente para descartar edema o transformación hemorrágica.
- Tratamiento según causa.