La complicación más temida de la fibrinolisis es la hemorragia, que si aparece en el cerebro puede empeorar dramáticamente la situación neurológica del paciente. Ante la aparición de una hemorragia grave en el curso de la administración del tratamiento fibrinolítico:
- Detener la infusión de rtPA.
- Determinar tiempos de coagulación, fibrinógeno, recuento plaquetario y realizar pruebas cruzadas.
- Administrar fibrinógeno: (1-2 viales de 1 g). La dosis máxima es de 2-3 g/día.
- Por regla general, no es necesario sustituir los factores de coagulación debido a la corta vida media de la alteplasa y al efecto mínimo sobre los factores de la coagulación sistémicos. La mayoría de los pacientes que presentan hemorragia pueden controlarse mediante interrupción del tratamiento trombolítico y la aplicación de presión manual a un vaso comprimible.
- Los crioprecipitados ricos en factor VIII y plaquetas, plasma fresco o sangre fresca no se recomiendan dado que no son útiles pues en estos casos no se consumen estos factores sino fibrinógeno.
- Los antifibrinolíticos (ácido tranexámico: Amchafibrin®) pueden producir fenómenos trombóticos.
Por otro lado, las posibles complicaciones del tratamiento endovascular son las detalladas en el apartado 1.6.3 Complicaciones de la angioplastia carotídea.