Característicamente la oclusión del segmento proximal de la ACM o de la arteria carótida interna
provocan una intensa isquemia cerebral que, de no recanalizar precozmente, da lugar a un infarto
cerebral extenso que evoluciona en los días posteriores con edema cerebral citotóxico, provocando un
aumento compartimentalizado de la presión intracraneal (PIC). Esto se traduce en la aparición de un
gradiente de presión a través de la hoz del cerebro hacia el hemisferio sano. Este comportamiento
rápidamente expansivo del infarto cerebral se denomina “pseudotumoral” o “maligno”, resultando
frecuentemente en la muerte del paciente.
Este tipo de infarto corresponde aproximadamente al 5-10% de los infartos encefálicos, y cerca del 50%
de todos los pacientes con IMACM son mayores de 60 años. Aproximadamente un 30% del total de los
infartos malignos presenta deterioro neurológico antes de las 24 hrs.
Ante la posibilidad de desarrollo de infarto maligno de ACM, se recomienda:
Se han de llevar a cabo todas las MEDIDAS GENERALES COMUNES EN LA ATENCIÓN A LOS PACIENTES DE LA UI (1). Partiendo de esto, se realizarán los cuidados de acuerdo al protocolo de actuación ante paciente con ictus isquémico (1.1), a excepción de las siguientes medidas especiales que se detallan en los siguientes apartados:
- Dieta absoluta con sueroterapia.
- Vigilar nivel de conciencia y repetir neuroimagen en caso de deterioro neurológico.
- Evitar heparinas a dosis terapéuticas y clopidogrel (Puede usarse AAS a dosis de 100mg/día).
Se han de llevar a cabo todas las MEDIDAS GENERALES COMUNES EN LA ATENCIÓN A LOS PACIENTES DE LA UI (1). Partiendo de esto, se realizarán los cuidados de acuerdo al protocolo de actuación ante paciente con ictus isquémico (1.1), a excepción de las siguientes medidas especiales que se detallan en los siguientes apartados: