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3.2 Glucemia

La hiperglucemia en pacientes hospitalizados es común (12,4-31%), hasta una tercera parte de ellos sin diagnóstico previo de diabetes. La hiperglucemia > 155 persistente en las primeras 48 horas tras un ictus, empeora el pronóstico funcional y la mortalidad, se asocia a progresión del infarto, disminuye la efectividad de la trombolisis e incrementa el riesgo de hemorragia tras la misma. Desde el punto de vista del tratamiento de los pacientes hospitalizados con DM, resulta útil establecer 3 niveles de actuación: 
  1. En el primer día de la hospitalización, un aspecto fundamental es planificar adecuadamente el tratamiento, ya que es muy probable que el prescrito se mantenga durante la estancia hospitalaria, independientemente del control glucémico obtenido.
  2. El tratamiento durante la hospitalización se basa en la monitorización y el ajuste de dosis.
  3. De cara al alta es fundamental que para todos los pacientes con diabetes hospitalizados se disponga de una determinación de hemoglobina glicosilada (HbA1c) para establecer un plan de tratamiento adecuado.
La insulina subcutánea es el tratamiento de elección, bajo el régimen TERAPIA BASAL/BOLUS. No se usará la insulina en escala debido a la ineficacia ampliamente demostrada, trata la hiperglucemia existente pero no la previene, suelen dejar al paciente sin insulina a partir de un valor de glucemia, por encima del cual se indican dosis crecientes de insulina y se asocia a mayores incursiones glucémicas (hiper-hipoglucemias).

RECOMENDACIONES GENERALES
La información acerca del protocolo de la SAEDYN se puede consultar en su herramienta web MANUAL PRÁCTICO DE DIABETES HOSPITALARIA. También se pueden descargar en dicha web unos completos resúmenes del protocolo en formato de folleto y póster.

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