La descompensación hiperosmolar (DH) es una complicación grave de la diabetes, principalmente en personas mayores con diabetes tipo 2. Se caracteriza por una hiperglucemia extrema y una deshidratación severa, pero a diferencia de la cetoacidosis diabética, no presenta acidosis significativa.
Un ictus agudo es un evento de estrés masivo para el organismo. La liberación de hormonas del estrés contrarresta el efecto de la insulina, lo que puede elevar drásticamente la glucosa en sangre y desencadenar una DH en un paciente diabético.
Implicaciones Clínicas
La coexistencia de un ictus y una DH es una situación crítica, puede agravar el daño cerebral y causar un profundo estado de confusión o coma, que puede enmascarar o confundir los síntomas neurológicos del ictus, dificultando enormemente el diagnóstico y la evaluación clínica.
La clave clínica es la presencia de signos de deshidratación severa. El diagnóstico se confirma con pruebas de laboratorio que muestran una hiperglucemia extrema (generalmente > 600 mg/dL) y una osmolaridad sérica muy alta (> 320 mOsm/kg), pero a diferencia de la cetoacidosis diabética, con poca o nula presencia de cetonas y sin acidosis significativa.
Es una emergencia médica grave que puede llevar a la muerte. Se requiere intervención médica inmediata.
Ante una situación de descompensación hiperosmolar se consultará para su evaluación y apoyo en su tratamiento con el Servicio de Endocrinología o Servicio de Medicina Interna.
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