Ir al contenido principal

1.4 Ictus isquémico extenso

El infarto cerebral extenso se define por la oclusión proximal de la ACM o de la carótida interna, lo que conduce a un edema cerebral citotóxico con rápido aumento de la presión intracraneal (PIC). Este comportamiento pseudotumoral o maligno tiene una mortalidad de hasta el 80% si no se interviene.


Criterios de Alto Riesgo y Vigilancia

  • Definición de Riesgo: Se considera IMACM un infarto que compromete más del 50% del territorio de la ACM y clínicamente corresponde a un Ictus total de circulación anterior (TACI) o a puntuaciones de NIHSS ≥ 18-20.

  • Deterioro Inminente: Aproximadamente el 30% de los infartos malignos presenta un deterioro neurológico en las primeras 24 horas.


Medidas de Urgencia y Seguridad

Estas medidas se aplican de forma inmediata a todo paciente con infarto extenso, independientemente de si hay deterioro clínico.

  • Vía Oral y Nutrición: Mantener dieta absoluta con sueroterapia hasta la valoración de la deglución.

  • Vigilancia Neurológica: Monitorizar de forma estricta el nivel de conciencia y repetir la neuroimagen en caso de deterioro neurológico.

  • Tratamiento antitrombótico:

    • Se puede usar AAS a dosis de 100 mg/día (si no hay contraindicación).

    • Evitar heparinas a dosis terapéuticas y otros antiagregantes (Clopidogrel) para minimizar el riesgo de transformación hemorrágica.

  • Profilaxis de tromboembolismo venoso: Iniciar inmediatamente la Compresión Neumática Intermitente (CNI). La heparina de bajo peso molecular (HBPM) debe retrasarse hasta las 24-48 horas, iniciando su administración solo después de que una TC de control confirme la estabilidad del infarto y descarte una transformación hemorragia significativa.


Estrategia de Escalada de Tratamiento


Ictus Isquémico Extenso de Fosa Posterior

Este infarto es una emergencia neurológica crítica debido a la rápida compresión del tronco encefálico y/o la obstrucción del cuarto ventrículo (hidrocefalia).

  • Signos de Alarma: Vigilancia ante la aparición de vómitos, deterioro del nivel de conciencia o parálisis de nervios craneales.

  • Manejo Médico (Puente): El control agudo de la presión intracraneal se realiza según el Protocolo de Manejo Médico del Edema Cerebral (mediante bolos de rescate de Manitol o SSH).

  • Tratamiento Definitivo: Se contacta con Neurocirugía para valorar la craniectomía suboccipital descompresiva, que es la terapia de elección.